Los Profesores Lucian A. Bebchuk y Robert J. Jackson publicaron un artículo en el DealBook del New York Time titulado: “Hindering the S.E.C. From Shining a Light on Political Spending”. No cabe ninguna duda de que es una rúbrica provocadora porque viene a sugerir que hay un impedimento hacia la transparencia, que pretendía fomentar la autoridad supervisora de los mercados de valores estadounidenses con respecto a los gastos o subvenciones con finalidad política que pudieran llevar a cabo las sociedades cotizadas presentes en esos mercados. La historia de este caso se remonta al año 2010 y a hechos de los que ha quedado algún rastro en este blog a través de sucesivas entradas. La inicial vino provocada por la Sentencia del Tribunal Supremo estadounidense en el caso “Citizens United”. El impacto que tuvo esa sentencia fue muy grande y buena prueba de ello fueron algunos artículos que reseñé aquí y aquí.
Se produjo una reacción por parte de la S.E.C. a la hora de considerar que este tipo de gastos de sociedades cotizadas reclamaban una información específica y que el régimen de presentación y exigencias de esa información debería ser objeto de un tratamiento regulatorio especial. Para ello se constituyó una comisión presidida por los ya citados Profesores Bebchuk y Jackson.
Como cuentan en su reciente artículo, la propuesta de regulación elaborada por la comisión creada al efecto en el seno de la S.E.C. ha merecido múltiples reacciones pero parece que al final no va a ver la luz porque en una reacción de última hora y al aprobar el acuerdo presupuestario correspondiente al año 2016, el Congreso estadounidense ha incluido una previsión que advierte a la S.E.C. que no debe adoptar el año próximo una normativa que exija a las sociedades cotizadas que informen sobre su gasto político.
Obviamente, los Profesores Bebchuk y Jackson no parecen estar de acuerdo con esta medida y en su artículo se lamentan de que los opositores a esa transparencia tan relevante parezcan haber alcanzado, al menos de momento, una victoria. En Estados Unidos o en cualquier otro régimen democrático, conocer el “gasto” o la “inversión” políticos es una medida de transparencia elemental.